041. SURA XLI


SURA XLI
LOS DESENVUELTOS 1[L882]

Dado en la Meca.  54 versículos

En nombre del Dios clemente y misericordioso

1. HA. MIM..2[L883] He aquí el Libro enviado por el Clemente, el Misericordioso:
2. Un libro cuyos versículos han sido claramente desenvueltos y forman un Corán árabe para los hombres que tienen inteligencia;
3. Un libro que anuncia y que advierte; pero la mayor parte se alejan y no quieren escucharlo.
4. Dicen: Nuestros corazones están envueltos en pliegues y cerrados para el culto a que vosotros nos llamáis; una pesadez se asienta en nuestros oídos: un sello nos separa de vosotros, obra como gustes y nosotros obraremos como nos plazca.
5. Diles: Si, sin duda, yo soy un hombre como vosotros a quien le ha sido revelado que vuestro Dios es el Dios único; encaminaos rectamente hacia él e implorad su perdón. ¡Desgraciados de los que asocian otros dioses a Dios;
6. Que no hacen limosnas y niegan la vida futura!
7. Los que hayan creído y practicado la virtud recibirán una eterna recompensa.
8. Diles: ¿No creeréis en el que ha creado la tierra en el espacio de dos días? ¿Le atribuiréis iguales? Él es el dueño del universo.
9. Ha establecido las montañas en su superficie, la ha bendecido y ha distribuido en el espacio de cuatro días3[L884] en ciertas proporciones alimentos que procura igualmente para todos los que piden.4[L885]
10. Luego ha ido a establecerse en el cielo, que era entonces un montón de humo, y le ha gritado al cielo y a la tierra: Venid a mí de grado o por fuerza. Venimos a vos con toda obediencia, respondieron los cielos y la tíerra.
11. Entonces arregló el cielo en siete cielos en el espacio de dos días; a cada cielo le reveló sus funciones. Ornamos con antorchas el cielo más inmediato a la tierra y lo proveímos de guardianes. Tal era el decreto del Poderoso, del Sabio.
12. Si se alejan para no oír, diles: Os anuncio una tempestad semejante a la tempestad de Ad, de Themud.
13. Cuando los apóstoles se levantaban en todas partes en medio de ellos y les gritaban: No adoréis más a Dios, respondían: Si Dios hubiese querido convertirnos, nos habría enviado ángeles. No creemos en vuestra misión.
14. Ad se había enorgullecido injustamente en la tierra; sus hijos decían: ¿Quién es más fuerte que nosotros? ¡No han reflexionado que Dios, que los había creado, era más fuerte que ellos! ¡Y negaban nuestros signos!
15. Enviamos contra ellos un viento impetuoso, durante días nefastos, para hacerles sufrir el castigo de la ignominia en este mundo. El castigo del otro es aún más ignominioso: no hallarán nadie que los defienda.
16. En un principio habíamos dirigido a Temud, pero prefirió la ceguedad a la dirección. Una tempestad del castigo ignominioso cayó sobre sus pueblos en castigo de sus obras.
17. Salvamos a los que creían y temían a Dios.
18. Adviérteles del día en que los enemigos de Dios sean reunidos ante el fuego y caminen en multitud apiñada.
19. Hasta el momento en que, estando colocados ante el fuego, sus oídos y sus ojos y sus pieles testimoniarán contra ellos de sus acciones.
20. Dirán a sus pieles: ¿Por qué testimoniáis contra nosotros? Y sus pieles dirán: Es Dios el que nos hace hablar, ese Dios que ha dado la palabra a todo ser. Os ha creado ya una vez y vosotros volveréis aún a él.
21. No podíais ocultaros hasta el punto que vuestros oídos, Vuestros ojos y vuestras pieles no testimoniasen contra vosotros, y os habéís imaginado que Dios ignora una gran parte de vuestras acciones.
22. Esta falsa opinión de Dios en que os habéis mecido es la causa de vuestra ruina; heos ahora perdidos.
23. Por más que soporten el fuego con constancia, no dejará de ser su morada; por más que imploren el perdón, no serán escuchados.
24. Les habíamos agregado compañeros inseparables5[L886] que lo han embellecido todo a sus ojos. La sentencia cumplida sobre generaciones que les han precedido será cumplida también sobre ellos, y serán perdidos.
25. Los infieles dicen: No escuchéis la lectura del Corán, o bien: Hablad alto para eclipsar la voz de los que lo leen.
26. Haremos sufrir a los infieles un castigo terrible.
27. Les retribuiremos según sus peores acciones.
28. La recompensa de los enemigos de Dios es el fuego; les servirá de morada eterna porque han negado nuestros signos.
29. Entonces gritarán: Señor, muéstranos a los que nos habían extraviado, hombres o genios; los arrojaremos bajo nuestros pies, a fin de que sean humillados.
30. Pero los que exclaman: Nuestro Señor es Dios, y se encaminan hacia él, reciben las visitas de los ángeles que les dicen: No temáis nada y no os aflijáis; regocijaos con el paraíso que os ha sido prometido.
31. Somos vuestros protectores en este mundo y en el otro; tendréis allí todo lo que desean vuestos corazones y todo lo que pidáis.
32. Será una hospitalidad6[L887] del Indulgente, del Misericordioso.
33. ¿Quién emplea un lenguaje más hermoso que el que invoca a Dios, obra el bien y exclama: Yo soy de los que se entregan a Dios?
34. El mal y el bien no podrían caminar a la par. Devuelve bien por mal y verás a tu enemigo convertido en protector y en amigo.
35. Mas ningún otro alcanzará esta perfección, exceptuado el perseverante; ningún otro la alcanzará, exceptuando el que está más favorecido.7[L888]
36. Si el demonio te solicita al mal, busca un refugio cerca de Dios, pues lo oye y lo sabe todo.
37. Entre el número de sus signos están el día y la noche, el sol y la luna; no os prosternéis, pues, ni ante el sol ni ante la luna, sino ante ese Dios que los ha creado, si queréis servirle.
38. ¿Son demasiado orgullosos para hacerlo? Los que están cerca de Dios (los ángeles y los elegidos) celebran sus alabanzas noche y día y no se cansan jamás.
39. También es otro de sus signos, cuando ves la tierra como abatida y se mueve y se hincha tan pronto como le enviamos agua del cielo. El que la ha reanimado reanimará a los muertos, pues es omnipotente.
40. Los que desconocen nuestros signos no podrán sustraerse a nuestro conocimiento. El impío condenado al fuego, ¿obtendrá mejor parte que el que se presente con toda seguridad en el día de la resurrección? Haced lo que queráis, que Dios ve vuestras acciones.
41. Los que no creen en el libro que les ha sido dado son culpables: es un libro precioso.
42. La mentira no le alcanzará de dondequiera que venga, porque es una revelación del Sabio, del Glorioso.
43. No se dice nada que no hubiese sido dicho a tus predecesores; pero Dios, que perdona, aplica también terribles suplicios.
44. Si hubiésemos hecho de este Corán un libro escrito en lengua extranjera, habrían dicho: ¡Si al menos los versículos de este libro fuesen claros y distintos! ¿Lengua extranjera y pueblo árabe?...8[L889] Respóndeles: Es una dirección hacia la verdad y un remedio para los corazones que dudan a los que creen; en cuanto a los infieles, una pesadez tiene asiento en sus oidos y no ven; se semejan a los que se llama de lejos.
45. Ya habíamos dado el Libro a Moisés; se promovieron disputas respecto de él. Si la palabra dilación no hubiese sido pronunciada anteriormente, se hubiese decidido en el acto respecto de ellos, pues estaban en una duda inquieta respecto de este libro.
46. Todo el que obra el bien lo hace en provecho suyo; el que obra el mal, lo hace en detrimento suyo, y Dios no es el tirano de los hombres.
47. Sólo está cerca de él el conocimiento de la hora; ningún fruto sale de su cáscara, ninguna hembra lleva y pare sin que él tenga conocimiento de ello. El día que Dios les grite: ¿Dónde están mis compañeros, aquellos dioses que me asociabais?, responderán: No hemos oído nada semejante entre nosotros.
48. Las divinidades que invocaban en otro tiempo habrán desaparecido de delante de sus ojos; reconocerán que no habrá ya refugio para ellos.
49. El hombre no se cansa de solicitar el bien cerca de Dios; pero cuando una desgracia le hiere, hele que se desespera y duda.
50. Si, después de la adversidad, le hacemos probar los beneficios de nuestra misericordia, dice: Esto es lo que me correspondía; no pienso nunca en que llegue la hora, y si vuelvo a Dios me reserva una hermosa recompensa. Haremos conocer a los infieles sus acciones y les haremos probar un duro castigo.
51. Cuando hemos concedido un favor al hombre, se aleja, nos evita; cuando le hiere una desgracia, nos dirige una plegaria muy larga.
52. Diles: ¿Qué os parece? Si el Corán proviene de Dios y no creéis en él, decidme entonces: ¿Hay hombre más extraviado que el que hace una larga escisión?
53. Haremos brillar nuestros signos en las diferentes comarcas de la tierra y en ellos mismos, hasta que les sea demostrado que el Corán es una verdad. ¿No te basta el testimonio de tu Señor?
54. ¿No dudan de la comparecencia ante Dios? ¿Y no abarca Dios todas las cosas?





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